Si caemos en el argumento: "nadie es Dios para dictar sobre la vida de una persona", doy mi total acuerdo a esto. Nadie es más que alguien para dictar si una persona debe vivir o no. PERO, ahí es donde también doy razón al dicho: "Hay que combatir fuego con fuego". ¿Por qué me contradigo? No es que lo haga. Sino que llego a un acuerdo en que ambos argumentos son válidos según las circunstancias. Para agrado de algunos, y desagrado de otros, me parece que esta acción llega para darle la razón a otra célebre frase: "Esta fue la gota que derramó el vaso."
Cierto es que puede ser una movida radical, pero, seamos honestos. Mil y un veces cualquier persona dijo que ya se deberían tomar medidas extremas para solucionar la problemática de violencia y delincuencia que azota a varios países de Centroamerica. En este caso, le aplaudo a El Salvador por tomar una iniciativa que nadie se atrevía a hacer. Sin embargo, como mencioné antes, dicha iniciativa no es del agrado de todos, como cualquier opinión en este mundo.
"¿Cómo es posible que quieran solucionar la violencia con más violencia?". "¿Es que no entienden que la guerra no soluciona nada?". "¿Por qué piensan que rebajarnos a su nivel es la solución?". Todo ese tipo de comentarios pueden esperarse de una situación como la que actualmente vive El Salvador. Y, son válidos, las personas tienen derecho a expresar su opinión e inconformismo. Pero, pregunto a quienes mantienen esa postura, ¿qué otra cosa proponen? Si piensan que erradicar a quienes extorsionan, roban, secuestran, violan, aterrorizan y matan a civiles inocentes, ¿qué solución proponen?
Los derechos humanos están ahí para que cada individuo haga valer lo que significa como persona, sin importar su raza, color, sexo, entre otros. Si entendemos estos, ahora pregunto lo siguiente. ¿Por qué se procura por los derechos humanos de alguien a quien le importan un bledo, y no los cumple, al cometer atrocidades en contra de los mismos principios de estos derechos? Con el perdón de la expresión, ya es suficiente de estupideces. Si se deben tomar acciones extremas, pues que así sea. Claro esta, puede no ser la mejor solución. Pero, ¿y si es la única solución? ¿Si no se hace nada puede que la situación empeore? ¿Y si mañana es muy tarde para actuar?
Vuelvo a decirlo, no es del agrado de todos, y puede no ser lo más correcto. Sin embargo, como hace tiempo mencionó Fidel Castro: "Es mejor matar a 10 delincuentes, a dejar que estos maten a 100 civiles inocentes". Para concluir, muy personas serán, puede que tengan familias, y que su situación no les brindó una oportunidad de superarse. Sin embargo, eso no debería ser excusa para pensar que ser un mercenario es la solución para escapar de la miseria u otra situación de bajeza.
Ante la incredulidad, asombro y estupefación de todos, queda la siguiente interrogante: "Violencia como amenaza, ¿guerra como solución?"
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